EL CINEARTE NO ESTABA MUERTO....

Cuando me decidí a escribir respecto a esta película, me preocupaba demasiado no tener las palabras idóneas para poder describir y analizar tan hermosa obra de arte, sin embargo,a medida que comencé a racionalizarla me encontré sólo con emociones y sensibilidades; es que en realidad esta obra no es más que una invitación mágica a explorar un mundo alternativo, nostalgico y hermoso...un pasaje amigable a teletransportarnos y hacernos participes de la historia,de lo onírico y de lo surrealista.
Además de lograr inducir al espectador a su visión y sentido del tiempo,Alexander Sokurov también tiene la proeza de convertirse en el primer realizador que con una apuesta simple e innovadora, filma toda esta movie en una sola toma de 96 minutos de tiempo real en que transcurre la película, sin un solo corte, sin montaje alguno. A pesar ser un dato no menor, es necesario abstraernos y volver a la apuesta mistica y divina que nos transforma en turistas y observadores del tiempo,del museo del Hermitage de San Petersburgo y a la Rusia zarista; de tener la posibilidad de embriagarnos de sueños y paseos a la imaginieria del corazón, de sentirnos marineros del arca del tiempo y navegar libres por la vida con sus vorágines, tempestades y sus calmas eternas.